Miscelanea - Belleza y gente Belleza y gente

Miscelanea

 

Un plato de sopa



(Fuente: RitaE / 2152254 Pixabay)


 

     Mi madre siempre me dijo que la lectura enriquece el alma, pero que para conseguirlo tienes que comerte a diario una de sus sopas de letras. La verdad es que gracias a ella no soy tan ignorante, tengo más conocimientos que los demás chicos de mi edad, y han llegado a decir que soy superdotado. Ahora quieren hacer un estudio de mis neuronas, por eso de la sinapsis. Siempre he dicho que son las sopas de mi madre, que no hay vuelta de hoja, que las cosas con amor funcionan de otra manera, y que si dudan vengan y lo prueben. La verdad es que deshojar diariamente un libro le lleva más de una hora. Pero ella lo hace con gusto, a ver si mientras solucionamos el problema. Es la única forma de superar la intolerancia a la lectura.




Transmutación




(Fuente: crist21tgv / 2432391 Pixabay)

 

     El bufón hace las cabriolas oportunas para entretener al rey y al resto de la corte. Todos aplauden sus andanzas, el vocablo, las expresiones artísticas. Al ver que surten efecto sus inventos comienza a imitar al mago, en sus pócimas y sortilegios, queriendo transmutar la materia. Resulta tan gracioso que el rey le incita de nuevo a hacerlo. El bufón lo repite hasta la saciedad, todos ríen y son felices.

     En una de sus intervenciones es interrumpido por el mago de la corte, que aparece al fondo de la sala. El bufón al verlo detiene el espectáculo, abatiéndose el silencio. Hasta las carcajadas del rey se apagan de golpe, intuyendo que le lleva malas noticias.

     El rey se acerca y el mago haciéndole la oportuna reverencia comienza a explicarle lo que ocurre. “Señor, se nos están acabando las presas. Es el ensayo trescientos, y no he conseguido transmutar a los dragones en seres más manejables. Si no les damos de comer acabarán famélicos y su desprotegido reino acabará en manos de bárbaros”, le dice el mago.

     El rey duda. El mago le asiente que lo único que buscan es transmutar a los dragones para que estén a su servicio. Si lo consiguen nadie tendrá una flota tan basta ni poderosa, como recompensa podrán robar el oro de los pueblos vecinos. El rey se detiene a pensar, mientras mira al bufón. Al sentirse observado tímidamente se cuela entre la multitud.

Ya se la solución grita el rey —. ¡Atrapadlo! señala con media sonrisa.

     Lo llevan a sus pies y le dice que él va a servir como nunca antes a su rey. Los dragones tienen hambre.

¿Por qué yo, señor? suspira acongojado.

Por haberte reído de mi poder.




Volando las mariposas




(Fuente: stergo / 2049567 Pixabay)

 

     Hoy he tenido un buen pensamiento, transmutar y volatilizar todo lo negativo. Y creo que lo he conseguido.




Zeus




(Fuente: chabotphoto / 1165599 Pixabay)

 

     Al presentarse Afrodita ante Zeus, este le recibió con todos los honores. El amor que le profesaba era mucho más intenso que la del rechoncho angelito lanza flechas. Su pasión por la morena mujer le llevó a tierras lejanas en busca de las profetisas que le aseguraran un futuro noviazgo. Subió a la grupa de Pegaso y surcó los cielos durante dos días hasta llegar ante su presencia. Al pisar tierra firme hizo una reverencia, extendió su mano derecha y esperó que leyeran las líneas. La primera profetisa abrió los ojos y le miró desencajada, no fue de su agrado y mandó cortarle la cabeza. La segunda le sonrió y procedió a leer lo que su compañera había visto sin soltar una palabra. Sin levantar la mirada, su cara de admiración le hizo esbozar de nuevo una sonrisa. Zeus la apartó a un lado. La tercera no dudó en señalar el prominente monte que se elevaba desde la muñeca al centro de la palma. Señaló varias veces la línea de la vida y dejó escapar una inentendible palabra.

¿Qué ha dicho? dijo Zeus con agarre.

     La profetisa le miró a los ojos y comenzó a hablarle en una lengua extraña. Zeus mantuvo la atención hasta que le dijo lo que no quería escuchar. Había un ser alado que le cambiaría la vida. La ira le brotó y salió en estampida hacia el Olimpo. Tenía que acometer su mayor atrocidad antes que el insignificante bichejo alado le hiciera sentir un Dios desgraciado. Cuando llegó a su reino, mandó cortar las alas a Cupido, que sin saber muy bien el porqué sufrió las consecuencias de una decisión equivocada. Zeus satisfecho guardó las alas en una urna de cristal y Cupido, sin poder volar, tuvo que redimirse a caminar para sembrar el amor entre los hombres. Pero lo peor no fue esto. Cansado de ir de aquí para allá, dejó por un tiempo de lanzar flechas. El rechoncho y bello ser que había sembrado el amor entre los hombres acabó por ser un ser falto de credulidad. Un amor sin alas es quebradizo, pensó Cupido de camino a las puertas del Olimpo. Desde aquel día Afrodita sufre sus consecuencias,  a su amor le han cortado las alas, y a ella le han privado de libertad. Su corazón no vuela como antaño, es pesado y duro, y al paso que va dejará de ser aquel edén de Adán y Eva. Afrodita nunca esperó nada a cambio, pero si juró que nunca mordería la manzana. Ante la presencia de Zeus fue lo único que tuvo todas las noches para cenar.



El bólido


 


(Fuente: derMolf / 4324768 Pixabay)




     El bólido emerge de entre los ventanales de un enorme edificio, y el estruendoso ruido del motor hace levantar la mirada a los viandantes. Observan estupefactos verlo caer en picado. Hay quienes no han resistido el embiste de tan emocionante suceso, y permanecen con los ojos cerrados, encogidos, a la espera de un desenlace fatal. Otros arrodillados contemplan una nueva vía de salvación. Los agresores y malhechores no tendrán escapatoria. El mundo emergerá de entre las tinieblas. Ya no habrá nada que se pierda, ¡aleluya!, ¡aleluya!. Un zumbido ensordecedor sobresalta a escasos metros del suelo, y el fabuloso bólido despliega unas alas metálicas que lo vuelven a remontar… explica Matencio en sus charlas a los chicos que van a verle a la residencia, y Módano el panadero cada mañana en la venta del pan. Como Pili, la peluquera a la hora de esculpir las largas y sedosas melenas y tantos otros admirados por el nuevo rumbo del mundo en un caótico abismo. Desde que se conoció su existencia no cesan las reacciones. La prensa sensacionalista luce el evento con gozo. La sociedad vive en el deleite, aun sorprendida por todo cuanto ha acontecido desde que aquel día de agosto, el bólido surgió de la nada, y un ser aparentemente inofensivo acabó por mostrar su serpenteante figura invencible. Desde aquel primer día, en el que su aparición causó fulgor entre los hombres, el mundo sigue su curso, pero una cosa ha cambiado. Han dejado de ser importante las inmundicias. Lo relevante del presente es saber, quien fabricó el inagotable y monstruoso bólido, qué orientación sexual tiene, donde trabaja, que marca de ropa usa, y qué famoso le formó en su batalla contra la corrupción.  



Los microrrelatos tienen derechos de autor y están debidamente registrados en safecreative. Marc Cosdán es el poseedor y único beneficiario de estos microrrelatos. Cualquier copia está prohibida, difusión o modificación. 


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